Tres elementos para reconocer una sesión de Hipnosis Humanista

Ya sea «usuario» o «especialista» en Hipnosis, no siempre es evidente  comprender los mecanismos implicados en un fenómeno hipnótico. Afortunadamente, no necesita saber concretamente cómo funciona su coche para sacar provecho de él y utilizarlo… Es lo mismo para la Hipnosis.

Al igual que un médico no necesita saber lo que condujo a los investigadores a concebir las medicinas que prescribe, el hipnoterapeuta y su paciente no están  forzosamente  interesados por la «mecánica» que da origen a su práctica.

Por otra parte, una de las preocupaciones  que experimentan los principiantes en Hipnosis durante las formaciones, es procurar comprender la técnica antes de utilizarla – un poco como si todo bebé hubiera querido conocer bien la anatomía de la marcha, antes de ponerse de pie y dar sus primeros pasos :)

Es evidente que la comprensión mecánica es inútil para utilizar la técnica (o beneficiarse de ella). Pero, si se trata de diferenciar (o sólo reconocer) las soluciones escogidas para tal o cual motor, entonces ¡ahí necesita ser un poco más conocedor de la mecánica, así sea ésta hipnótica!

UNA NUEVA TÉCNICA
Hypnose-Humaniste

El ser humano conoce la Hipnosis desde tiempos remotos. Curarse por la palabra es una intención natural y espontánea… Pero, durante milenios, hemos sabido producir el fenómeno hipnótico sólo «soltando”: o por trance casi convulsivo de los rituales chamánicos, por el magnetismo de Mesmer o de las órdenes de los hipnotizadores de antes;  o gracias al terpnos logos, estos cánticos repetitivos de los antiguos terapeutas griegos, que «adormecían» a sus pacientes por la palabra en los templos de Asclepio, el dios de la medicina (Esculapio, en latín, cuyo símbolo se convirtió en el caduceo de los médicos actuales).

Con el tiempo, se establecieron las bases de la Hipnosis terapéutica. Ahora comprendemos mejor cómo funciona, tanto a nivel psicológico como a nivel neurológico y cerebral. Por ejemplo, desde los inicios de la hipnosis hemos sabido que este estado alterado de conciencia está vinculado a una «disociación» acentuada entre nuestra mente consciente (la parte de usted que ve, oye, siente, piensa, etc.) y nuestro Inconsciente (todo lo que funciona en usted de manera automática y, por definición, sin que usted lo sepa).

La novedad de la Hipnosis Humanista ha sido la de permitir alcanzar un estado modificado de conciencia sin esta disociación – lo que hasta ese momento era imposible: o bien se estaba consciente – despierto (con un espacio Consciente-inconsciente ordinario); o bien «adormecido, en trance, en hipnosis, inconsciente » (con una separación acentuada entre el Consciente y el Inconsciente).

Por lo tanto, si el hipnoterapeuta no conseguía, a través de la inducción hipnótica (la técnica que permite llevar a la persona a un estado hipnótico), crear esta famosa disociación, y desarrollar los funcionamientos automáticos no controlados de la persona: entonces, la persona simplemente ¡no estaba en estado hipnótico!

¡Imagínese usted el escepticismo cuando se propagó el rumor de que se podía conducir a una persona al estado hipnótico sin la sacrosanta disociación! Algunos argumentaban que era del todo imposible y otros, explicaban que «en realidad, no debería haber habido disociación antes » o incluso que «finalmente, no se sabe verdaderamente lo que es un estado modificado de conciencia «…

Un poco como ese paciente, persuadido de haber muerto, al que su terapeuta pincha en la punta del dedo para que le caiga una gota de sangre y así probarle que está bien vivo: y donde el paciente exclama «Maldita sea, entonces, los cadáveres sangran! » ¿??
Es difícil romper antiguas creencias…

GANAR EN CONSCIENCIA
plenitude

Sin embargo, es simple: mientras su Consciente y su Inconsciente guarden su distancia habitual, usted está en su estado psicológico habitual… Cuando el hipnoterapeuta estimula sus reacciones inconscientes y automáticas, hasta que toman el control sobre usted (o, incluso más rápido si un hipnotizador de espectáculo envía de un golpe a su espíritu Consciente a pasear ), entonces la brecha con el Inconsciente es tan grande que usted ya no controla nada más.

Por supuesto, la mayoría de las veces es posible mantenerse «consciente» de lo que sucede, estando con la misma conciencia que se tiene durante los sueños y de la cual Erickson decía:

«En la inmensa mayoría de los trances, hay una parte del sujeto que está presente, que observa tranquilamente, y que vela (…) Es por eso que ciertos pacientes sostienen que no han sido hipnotizados, porque confunden esta función de observación con hecho de estar conscientes en el sentido habitual del término»

¡Y sí! » ¡Ser consciente » y » ser consciente de ser inconsciente » no es lo mismo! La parte de usted que queda consciente , incluso cuando duerme, es su Conciencia con mayúscula. En Hipnosis Humanista nos dirigimos hacia ella. Es a ella a quien la persona siente plenamente en estado de conciencia aumentado.

Las inducciones en Hipnosis Humanista simplemente están invertidas: en lugar de aumentar la brecha entre el Consciente y el Inconsciente, hasta hacerle verdaderamente inconsciente, vamos a reducir esta brecha, lo máximo posible. ¡Y es esto lo que produce un estado modificado de conciencia, ya que no es para nada habitual el hecho de estar más consciente!

TRES CONDICIONES PARA UNA HIPNOSIS HUMANISTA

La deducción lógica de todo lo que precede es que una sesión de Hipnosis Humanista debe presentar 3 condiciones al mismo tiempo para merecer este calificativo – y para que puedan esperarse tan buenos resultados como los descritos en libros especializados:

1/ Hace falta que la persona esté en estado hipnótico.
2/ Hace falta que esté «asociada», unida a ella misma.
3/ Hace falta que ella misma actúe sobre ella.

1/ La persona debe estar en estado real de hipnosis (signos de trance, fenómenos hipnóticos): es la menor de las cosas cuando uno dice hacer hipnoterapia, pero la experiencia demuestra que desafortunadamente no tan obvio, en esta época en la que los terapeutas afirman hacer «hipnosis sin hipnosis», incluso «hipnosis conversacional» para (ocultar el hecho de que no pueden poner a sus pacientes en trance) no asustar a sus futuros pacientes … :)
¡Abrir un libro con un Curso de hipnosis les enseñaría que estas técnicas, como otras, deben llevar a la persona a un estado de conciencia modificado! Así que ¡ya no hay excusa!

Por supuesto, si el hipnoterapeuta hizo bien su inducción hipnótica y la persona psicológicamente está disociada, podemos decir que se encuentra en estado hipnótico. La preocupación, en el caso de inducciones disociantes, es que a fuerza de hacer las preguntas necesarias para la terapia, la persona en hipnosis va poco a poco a «volver» y a salir del trance. Las tomas de conciencia provocadas por el hecho de responder, borrarán el estado de inconsciencia y la persona volverá a su conciencia ordinaria.
¡Este fenómeno evidentemente no es posible en Hipnosis Humanista, donde las repetidas tomas de conciencia sólo pueden reforzar el estado de conciencia aumentado!

De la misma manera, el hipnoterapeuta Humanista velará por conducir a la persona hacia un estado real de hipnosis, verificado (signos de trance). Prefiero continuar mi inducción Humanista por 30 minutos si es necesario, esto será en sí mismo pedagógico, antes  que comenzar sin trance una técnica que no tendría entonces su plena eficacia…

Mientras que la persona tiene los ojos en » catalepsia ocular » (en blanco), a pesar de que se mueve y me responde fácilmente, entonces estoy seguro de que está al mismo tiempo en estado de hipnosis y en apertura de conciencia: ¡podemos pues comenzar!!

 

cerise2/La persona debe estar bien asociada : es decir vivir las cosas desde el interior, no espectadora sino protagonista de manera física (ella no se ve: percibe a través de sus propios ojos), a la vez muy aquí, anclada a la realidad Y en su mente. Eso es estar en apertura de conciencia.

¡Esto es sencillo, si la persona ha sido llevada a un estado hipnótico con inducciones hipnóticas habituales, y está disociada (o al menos, ¡no está en trance)!
Todo el trabajo consiste en mantenerse asociado en su cuerpo. Nuestra mente tan pronto como se hace un ejercicio de pensamiento despega de manera natural. Basta con cerrar los ojos y con pensar, para comenzar instintivamente a disociarse … La principal dificultad para la persona, al principio en Hipnosis Humanista, y es ahí donde la ayuda del terapeuta es importante, es abrir su campo de conciencia sin «despegar».

Es prácticamente seguro que la persona se disocie espontáneamente si su terapeuta no sabe conducir una verdadera inducción Humanista …  Y, contando que la persona efectivamente haya quedado «asociada» con una inducción hipnótica disociante, esto simplemente significaría que no está en estado hipnótico! Por lo tanto, perderíamos todos los beneficios de la hipnosis: acceso al material inconsciente real y, si estamos con hipnosis humanista, a la Conciencia, evitaremos la resistencia, las perturbaciones de la mente, las fabulaciones, etc.

En Hipnosis Humanista, el hecho de vivir cada cosa de una manera «asociada» permite a la experiencia «encarnarse», entrar inmediatamente en lo cotidiano (en lugar de quedarse en el intelecto, los sueños).  El vínculo cuerpo-espíritu no se ha roto, la información circula bien y la persona lo siente, física y emocionalmente, lo que le permite juzgar a ella misma sobre el avance de la terapia o del coaching.

3/La persona misma debe actuar por ella misma, conscientemente: esto tampoco es evidente si la persona ha sido llevada al estado hipnótico por disociación, es decir sumergida en su Inconsciente. Todo hipnoterapeuta sabe bien que la persona en trance es conscientemente pasiva (aunque haya mucha actividad en su Incosciente).

Probablemente tiene percepciones, impresiones, pero que no tienen nada que ver con lo que hace el Inconsciente mismo … Es por ello de hecho que en la formación en Hipnosis Ericksoniana no se tome en cuenta el «feedback» de la persona-conejillo de Indias: ¡ya que no puede saber que es lo que realmente pasó, aunque esté persuadida de ello!

Por ejemplo, una persona con la que hice una demostración de escritura automática sale del trance después de la experiencia persuadida de saber lo que había sobre la hoja escrita … Creía que encontraría lo que había imaginado: hermosas frases espirituales. En realidad, su mano había escrito (o sea, un fenómeno disociado de su control consciente) una lista de fechas y de traumatismos vinculados al maltrato que le fue infligido por su padre … ¡Shock!

Actuar conscientemente en estado de hipnosis disociado es pues utópico (¡si la persona verdaderamente está en trance!) y no tiene nada que ver con el hecho de actuar en conciencia, en estado de conciencia aumentada.

En Hipnosis Humanista, la persona debe haber ganado, por lo menos en parte, conciencia de sus mecanismos inconscientes. Generalmente, el material es simbólico, lo que protege a la persona de eventuales emociones negativas (y ¡protege también su vida privada !). Ella misma puede pues, actuar por ella misma.

El terapeuta está allí para guiar, proponer, pero no hace nada por el mismo (ninguna sugestión, ni técnicas escondidas, tampoco historias o metáforas que la persona pueda escuchar pasivamente). La persona está a la vez en trance, asociada con su experiencia y protagonista de su transformación.

EN RESUMEN
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Si la persona está en trance, pero es el terapeuta quien lleva la sesión, como en Hipnosis Ericksoniana / Nueva Hipnosis, donde habla la mayoría del tiempo, y la persona escucha, pasiva, un acompañamiento metafórico – aunque se describa como como una expansión de conciencia » (estilo new- age): esto no es Hipnosis Humanista.

Si la persona está consciente, bien anclada en el aquí y ahora, y no en estado hipnótico, esto evidentemente no es Hipnosis y por tanto tampoco Hipnosis Humanista. ¡Esto es simple!

Si la persona está en trance, ella misma actúa sobre su experiencia, guiada por el terapeuta, pero no experimenta ninguna sensación física, porque ha perdido conciencia de su cuerpo, que ha olvidado o al que no presta atención, porque está «en el cosmos » (¡o en algún lugar!): no se trata todavía de Hipnosis Humanista.

Una verdadera sesión de Hipnosis Humanista, con una persona en hipnosis, en estado de conciencia aumentada, despierta a sus procesos profundos, plenamente presente, en contacto con sus sentidos y emociones, «plenamente encarnada», los sentidos alertas, y capaz de actuar en los diferentes estratos de ella misma, de sus arquetipos profundos y a niveles elevados de su Conciencia … Todo esto demanda una técnica y una atención constante (sólo para evitar que la persona se disocie involuntariamente) que sólo un facultativo debidamente certificado en Hipnosis Humanista le aportará.

Artículo escrito por Olivier Lockert (2015)